Durante la sesión de ayer, el alumnado continuó con el trabajo iniciado en la sesión anterior sobre resolución de conflictos, fomentando la reflexión a partir de casos reales aportados por los propios alumnos, donde compartieron situaciones conflictivas vividas entre compañeros (malentendidos, burlas, discusiones…) y analizaron las emociones que surgieron, como rabia, tristeza, frustración o culpa.
Se trabajó sobre cómo expresar esas emociones de forma adecuada, identificando el origen del conflicto y aplicando estrategias para resolverlo de forma constructiva como la escucha activa, el diálogo asertivo y la empatía.
La sesión favoreció un ambiente de confianza y aprendizaje emocional compartido.
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