Durante las dos últimas sesiones, el alumnado ha trabajado dinámicas de educación emocional y trabajo en equipo que ha permitido fortalecer la colaboración, la convivencia y el respeto dentro del aula.
A través de actividades como “nudos humanos”, nuestr@s chic@s han comprendido la importancia del trabajo en equipo, gestionando emociones como la frustración, la alegría o la impaciencia según el desarrollo de la actividad. Además, han reflexionado sobre cómo cada situación nos hace experimentar emociones distintas, aprendiendo a identificarlas y comprenderlas.
Con sus propias exposiciones de la técnica del “Semáforo” han podido conocer una estrategia práctica de regulación emocional, fomentando también la empatía y la autoconciencia. Un aprendizaje positivo que seguiremos trabajando y poniendo en práctica en las siguientes sesiones.
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